Sunday, March 10, 2013

MUMMY TAUGHT ME

Shelves and shelves and damp shelves of dolls house amphoras in shifty and shifting shadows.


Barred the peeling wooden door and shuttered the grubby scratchy windows, the deathly silent little corner shop sells tears, and that was just exactly where I wanted to play. Mummy taught me, so I never cried, not even after the stinging nettles, not even after the first date.

Friday, March 08, 2013

AUTORETRATO DE UN ARTISTA AUSENTE (EL SÍNDROME DE ASCHENBACH)



“....míralos, mira al artista conceptual, a los intelectuales, tan elocuentes, a los dignatarios....” “....El Artista....que lo tiene todo explicado en su cabeza....” “....y en su catálogo, su biblia....” “....por enésima vez....” “....que pasea los deshechos de sus pensamientos por los deshechos de sus pensamientos materializados en sus obras, dispersas por las salas de la galería....” “....solo....” “....pasea por las salas un enorme vacío emocional....” “....y cuando abandona las salas las deja vacías y es que su arte se va con él, en su nube....” “....gris....pasea un enorme aburrimiento....” “....lo pensó, luego pensó que lo que pensó existió, luego, simplemente, dejó de existir....” “....y lo que queda para la plebe es alpiste para sus polluelos....” “....y piensa que los demás dedicarán su tiempo al importantísimo compromiso de descifrarlo....”

“¿Es una ingenuidad pensar que el espectador habrá interpretado bien lo que el artista ha querido transmitir, eh Peter?” “Cada mirada, cada punto de vista posee la semilla de una interpretación mutante, Alba.” “¿Y qué?” “Ah, Pretty Girl, él, el artista, tuvo la noción de que si toda la basura quedaba en su sitio, entonces también quedaría una parte de la persona que la creó. Ilusiones de grandeza.” “Pensó, luego pensó que existió, luego, simplemente, dejó de existir.” “¿Por qué me pintaste a mí y a ella, a ella?” “¿The Pretty Girl? Me atrae porque podría ser la hija que imagino que tú, Alba, habrías concebido si hubiéramos decidido tener un hijo. No puedo ver en ella, sin embargo, nada que pueda sugerir una potencial paternidad por mi parte; lo que lo hace infinitamente más fascinante para mí.”

Dos hojas otoñales, doradas, danzan al viento, encuentran en unos ojos que las miran una obsesión, encuentran un hogar en un rincón de otros ojos desconocidos. Una mano soñó con ellas. Viven en un rincón aterciopelado del sueño de las yemas de otros dedos. Una raíz soñó con ellas. Viven en un rincón verde-terciopelo del sueño de otro brote. La semilla soñó con ellas, madre de la creación, pero no padre de la criatura. Interferencias, es la mirilla, es el fin de la película, el fin de las palabras.


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“Sois las dos tan bellas. Utiliza los ojos como tú, Alba. Soy madre de la creación pero no padre de la criatura.”

Al inicio, cuando esas viejas, lentas válvulas del televisor en blanco y negro se apagan, la imagen rápidamente se distancia como una luna blanca, con cara de reloj, temblorosa unos segundos en la oscuridad. Navegando por la esfera, hasta el otro lado de la esfera, interferencia, radiación de fondo, es de nuevo la mirilla, es el fin de la película, el fin de las palabras.

“¡Pretty Girl, musa, eres la semilla! Te utilizo para crear una obsesión. No puedo trabajar sin una obsesión.”

Velas doradas en el crepúsculo, hojas de otoño caen en silencio en un aire quieto. La muerte danza alegre a la puerta trasera del otoño.

“La utilizo, Alba, como musa, qué belleza, una obsesión que me lleva a un no sé dónde peligroso, que permite a mi mente alguna invención aberrante en la que sumergirme. Cada una de mis obras refleja la dicotomía entre la belleza y nuestro inherente e irresistible deseo de destruir el mismo esplendor y belleza a la que aspiramos, y el hecho irónico de que esa misma destrucción y degeneración que obtenemos, especialmente, aunque no exclusivamente, cuando se refleja en el mundo del arte, tiene también su propia grandeza.”

Se oyen voces en la fábrica de palabras, susurros en la catedral del lenguaje.

Más allá, al otro lado de la mirilla, hojas otoñales caen en un aire quieto. Las imágenes se desdibujan en la fábrica de la imaginación, sombras se adentran en la catedral de la narración y las imágenes arden con el deseo de la reproducción, echando la vista atrás al final de la narración, el fin de la película, el fin de las palabras.

“Así pues fui el padre de la imagen pero ni siquiera el padrastro de la criatura. La chica fue la semilla, -hizo su cama en mi mente, pero las sábanas vacías permanecen prístinas. Imágenes, palabras, pensamientos, ¡desenterradlas! ¡Apiladlas en la hoguera! Ya no duelen y, cuando las vuelvo a observar por la mirilla, podría imaginar que estoy mirando la imagen de mi vida, aunque sea, en realidad, el pasado el que me observa. Cuando se echa una mira atrás a través de la mirilla, uno podría imaginar que está mirando la historia de su vida aunque, en realidad, sea el pasado el que le observa a uno.”







Pintura titulada “From the Far Horizon, a Self Portrait”, © David F. Brandon 2015. Texto
© David F. Brandon 2013